Hoy estuve platicando con un buen amigo, alumno de computación y gran personaje, su nombre: Humberto Martínez Mora, viudo entrado en años y con una chispa increible.
"La Vejez es una Mierda", dice Don Humberto, a quien creo no agradará que le llame Don, pues es uno de esos viejos sabios y despiertos, que nunca disfrutarán ser viejos, ni sabios.
Y si la vejez es para él una mierda, gran culpa tiene la sociedad, Humberto fué siempre gallardo y activo, fuerte de cuerpo, mente y corazón, solo su edad le ha ganado algunas batallas, y la guerra no le importa ya perderla, si por el fuera, estaría muerto, no lo niego, me entristece, pues tiene mas vida que mucha gente joven que conozco.
Trabajando en un rastro, ganando estatales de 100 metros planos o cargando toneladas de cemento en tiempo record, Humberto recuerda ya más de 70 años de historia propia, de una forma casi inmaculada, detallada, hermosa, y sobretodo, interesante... Ve a sus hijos y nietos como algo que le agrada, pero que no le preocupa dejar solos... El ya vivió y vivió mucho, tal vez mas de lo que alguna vez pensó vivir, muchas buenas historias y mucho sufrimiento denotan sus ojos cansados pero atentos, pocas ganas de vivir pero muchas razones para, ya que andamos en eso de estar vivos, vivir lo mejor posible...
A Humberto le pesa mas la sombra de lo que fué y lo que hizo, que los achaques de la edad... Muchos dolores, cansancio y maltrato aqueja su cuerpo, pero su principal dolor esta en la falta de respeto que inspira un 'méndigo viejo terco' como el mismo se nombra. Desde incredulidad, falta de respeto, obediencia y jerarquía, es lo que le da una sociedad muy diferente a la que el vivió de joven, donde la reverencia y admiración por los ancianos era algo que disfrutaba de fomentar...
"Yo nunca fui ojete con los viejos", dice en tono serio, para luego agregar: "Ahora voy manejando y cualquier vieja pendeja me cierra y me grita 'Subase a la banqueta pinche viejillo' eso esta mal".
Y aunque es reservado de maneras y muy educado, lleva por dentro a un infante rebelde y siempre despierto, no puede haber clase de 7 sin uno de sus buenos disparates, y aunque los demás alumnos muestran algo de molestia al tener Humberto uno que otro problemilla de continuidad como es lógico por su edad, él es en muchos aspectos, el mejor alumno de su clase.
"Antes yo tenia que levantarme a media noche para ponerme a descargar cemento, me aventaba varias toneladas, y estaban ardiendo... Solo me bañaba y luego a lo mío, estaba recién casado, tu dirás... Luego antes de que saliera el sol ya estaba listo para salir a correr, y no me pasaba nada... Ahora tengo que agradecer que hay bultos de 25 kilos, porque ya no puedo con los de 50"
No deja de extrañarme su pensar sobre la vida, pero entiendo su sufrir y hasta comparto su poesía, la vida fué para el una intensa travesía, y ahora le es aburrido lidiar hasta con la vejiga...
"Tu puedes tratar educadamente a una buena señorita, le tiras los perros y verás respuesta, porque esta con las ganas de que le tires eso y más, si yo educadamente consigo la confianza de ella, y luego le tiro los perros, soy un viejo degenerado, pervertido y hasta más".
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