18.11.05

Un día lluvioso

Los días lluviosos son una extraña mezcla de sensaciones, la alegría de ver la lluvia caer se mezcla con la molestía de sentirla caer sobre la piel fría y reseca... El agua luce hermosa cuando fluye por las calles, pero no lo es tanto cuando fluye por los hoyos de los zapatos, el ruido de los autos es inconfundible bajo la lluvia, y a su vez es un horrible momento para manejar, pareciera que todos estan mas a prisa que nunca y nadie se da cuenta de lo peligroso que puede ser andar por ahi sin tomar precauciones por la lluvia... Hay menos gente en la calle, y la poca que está no se ve muy feliz, la gente ve hacia afuera con cara de molestia, pues las actividades rutinarias se vuelven toda una odisea... La hermosa música que produce la lluvia se ve interrumpida por el horrible sonido de una tos y un estornudo de vez en cuando, a veces no tan esporádicamente... y a veces pareciera que el ser humano, tan imponente en este mundo que ha invadido a placer, se ve opacado por el agua que aunque le es fuente de vida, en cantidades y dimensiones no controlables nos remonta a ser aquellos nómadas que no sabían con seguridad si despertarían otra vez, pues un día sin luz o una gotera incesante pueden convertirse en una fuente de desgracia para una familia que perdería la materia y la salud que le ha llevado una vida lograr... La lluvia es un simple reflejo de la vida, nos hace fuertes y débiles, nos hace disfrutar y sufrir, nos da alegrías y tristezas, molestias, y hasta stress... Hoy llueve fuera de este lugar, y tambien dentro de mi corazón, una lluvia interna que llevo conmigo desde el día en que te conocí, pues eres fuente de muchas alegrías, tristezas, y contrastes, eres mi lluvia, eres el agua que fluye por mi cuerpo, que desborda por mis poros hasta salir vertida en lágrimas, eres el agua que me mantiene vivo, pero que a la vez me ahoga de dolor... Gracias por enseñarme a disfrutar la lluvia...

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