27.9.06

Martín

Martín Luis Cariño López tiene 18 años, sus padres están separados, vive con su madre, su padre vive en Estados Unidos, su hermana mayor tiene una pareja algo inestable y un trabajo mal visto por la sociedad, Martín tiene un corto pero nutrido historial de delitos menores, un gusto por el alcohol, y una ligera pero constante adicción a la cocaína.

Martín se muda con su hermana a una colonia nueva y algo hostil, Gral. Francisco Naranjo lleva por nombre, es mejor conocida como Indeco, Indeco es el hogar de decenas de niños sin padres, hijos de madres solteras, hijos de familias disfuncionales, hijos de padres separados, y algunas familias felices. Es también un lugar donde se distribuye marihuana y cocaína en varias esquinas, un lugar que guarda secretos de un pasado aún mas ríspido que poco a poco ha ido aprendiendo de sus errores y de sus carencias. Pero a pesar de todo, es un lugar sin memoria donde la historia tiende a repetirse.

Martín comienza su adaptación a su nuevo hogar, su lucha por madurar y crecer sin un ejemplo y en un núcleo familiar que se distingue por su pobreza, su desorganización y su falta de comunicación. Martín comienza asaltando un par de Oxxos; no utilizaba procedimientos complicados: una simple navaja y una serie de blasfemias le bastaban para conseguir algo de comida, cerveza y algunos billetes. Comienza a crear 'fama' entre la comunidad y a hacerse de miradas, comentarios y hasta acusaciones.

Martín visita el Penal más cercano en un par de ocasiones y el asiento trasero de una camioneta de la Policía Municipal otras tantas veces. Martín sabe correr, brincar bardas y tirar 'trompos', pero en su mente apenas madurando, desea mas bien aprender a afrontar problemas y resolverlos de la forma tradicional.

Martín comienza una amistad con algunas personas que suelen reunirse en un negocio de Cybercafé diariamente. Él es, a pesar de su prestigio, recibido con una oportunidad de ser el mismo y de ganarse la confianza. No es algo planeado, la conexión se da de manera simple, Martín era mas bien un niño inquieto, curioso y libre; y no precisamente un ex-convicto peligroso o un criminal en potencia. Su mayor atrocidad criminal sucedió tras unos meses
de vivir en Indeco, cuando arrebató un Game Boy a un niño pequeño y lo cambió por 3 caguamas. Tiempo después y tras recibir regaños de sus amigos del Cyber y de su Madre, pagó 200 pesos al padre del niño y se disculpó.

Martín comienza un noviazgo con Diana, la vecina de enfrente, de tan solo 15 años a la cual Martín le atraía por ser rudo, peligroso, hasta ilegal, pero ciertamente ser un niño grande y con un gran corazón. El noviazgo es totalmente reprobado por el Padre y el hermano mayor de Diana, que en repetidas ocasiones insultan a Martín, lo agreden verbalmente, lo amenazan y en una ocasión hasta lo golpean por no entender que deje en paz a Diana. La relación de Martín con su 'Suegro' y su 'Cuñado' nunca mejoró, pero el se daba sus habilidades para seguir viendo a Diana.

Martín le demuestra su amor a Diana, tatuándose su nombre en la parte trasera del cuello, acto que ella no aprueba del todo pero que solo pretendía ser una muestra noble de cariño, la cual Diana terminó por aceptar. Martín la quería tanto que intentó dejar el alcohol y sus eventuales 'viajes' pero la cantidad de problemas y dudas que pasaban por su mente, siempre lo hacían reincidir.

Martín tiene 19 años, tiene algunos trabajos inestables con los que consigue dinero para apoyar un poco su familia, para comprarse de manera correcta sus Caguamas y hasta comprarle de vez en cuando algún detallito a Diana. La relación luce estable a pesar de la desaprobación de la familia de Diana, que cede un poco al ver las mejoras en Martín. Desgraciadamente el Padre de Diana no tenía mejoras, y cada que él estaba borracho o drogado, aprovechaba para insultar o corretear a su querido yerno.

Diana está embarazada. Martín esta muy nervioso y acude a los pocos conocidos que lo escuchan, para pedir consejo, pensó en el Aborto, en huir, en todo eso que han hecho otros en la misma colonia. Pero decide en base a analizarlo durante días, el planteárselo a su suegro y prometerle un cambio para bien de la criatura y de la nueva familia.

Martín es Padre. Diana y él aún no se casan pero la familia vive junta en casa de él, quien ya consiguió un trabajo un poco mas estable, de cargador de reses en una procesadora de alimentos. Martín logra llevar algunos billetes a casa para pañales, toallitas, comida y otras tantas cosas que hacen falta. Difícilmente le queda dinero para alguna cerveza, pero así tiene que ser, el se equivocó y debe pagar el precio, o al menos eso dicen todos.

La necesidad de descanso combinado con el stress del trabajo, lo difícil de ser padre por primera vez, las presiones de su familia, de su mujer, y las incesantes miradas y juicios de su entorno, se acrecentaban más debido a la falta de las 'salidas' que habían sido sus inseparables amigas tiempo atrás. Martín aprovechaba cualquier discusión con su mujer para salir a vender algo para comprarse algo de cerveza y droga, y con esto distanciarse un poco de su propia vida. Para colmo todos sus amigos parecían demasiado ocupados para darle algo mas que un saludo y algunos minutos, y los que normalmente le invertían mas tiempo eran los que lograban venderle algo o sacarle algo por su compañía.

Martín deja su trabajo pues era demasiado cansado. A pesar de ser fuerte, el cargar kilos de res congelada de un lugar a otro sin parar y el mal trato de sus superiores, aunado a un par de percances de trabajo y el recibir solo críticas por ello, terminaron por hartarlo. Martín salía de vez en cuando a vender algo, ropa usada, zapatos, o lo que fuera.

Martín prueba otro trabajo ayudando a un soldador que lo pone a prueba una semana. La semana termina y la prueba no es superada, Martín se deprime y se decide en vender todo, sus amigos reprueban su actitud y tratan de convencerlo de que ponerse a trabajar sería lo mas correcto. Martín pelea con su esposa, las carencias siempre dan problemas. Martín pelea con su hermana pues ya no soporta su compañía, y al parecer en tan solo una semana, todos culpan a Martín de algo. Inmaduro, Incapaz, Inepto, Inadaptado, Incongruente, Inestable e Inanimado. Ese es el Martín que tienen todos los que lo rodean, en la cabeza.

Martín se suicida. Su cuerpo yace sin vida durante horas colgado de lo alto de su cuarto. Su hermana que pasó la noche trabajando, y su mujer que pasó la noche en la casa de enfrente, con su familia, lo encuentran horas después. Martín no deja una nota, un cómplice, una respuesta a las preguntas que todo mundo se hizo demasiado tarde. Solo una cuerda sujetando con fuerza su cuello en el que aún se podía leer "Diana". Indeco tiene un hijo más sin un padre. La historia tiende a repetirse.

Martín, lamento no haberte escuchado y apoyado cuando aún estabas aquí. La vida es muy frágil y difusa y tú preferiste no lidiar más con ella. No te apruebo ni te juzgo. Solo quiero decirte que te quiero y que jamás te olvidaré.

PINI, NUNCA TE OLVIDAREMOS AMIGO



1 comentario:

Anónimo dijo...

ke onda guero es triste lo del pini, por que habia una amistad chida con el, buen pedo el bato peor mas trsite es nunca haber sido un gran apoyo para el alo mejor si lo fuimos pero no del todo peor como queire uno no es quien para juzgar, solo pos decirle que lo recordaremos y se le quiere al bato este donde este